Con el temor de los recuerdos entré en aquel antiguo caserón lleno de estatuas y cuadros que tanto me habían inquietado de pequeña. Las paredes de una pintura marchita seguían siendo del mismo color que antaño. El suelo, ahora triste y sin brillo, crujía bajo mis pies como una melancólica melodía. En aquella habitación que antes había sido mía, los libros de poemas y novelas seguían siendo los mismos que me habían acompañado toda la vida.
Pequeño relato con el que participo en la iniciativa 5 líneas del mes de Mayo en el blog de Adella Brac.
Parece que falta rematar la historia. Podrías haber finalizado con un giro, una sorpresa...
ResponderEliminarPero me gusta el trabajo de descripción que has hecho :)
¡Gracias por participar en el reto 5 líneas! ;)
Besos.
A veces quiero escribir más, pero con cinco líneas me quedo corta. Gracias e intentaré hacerlo mejor la próxima vez. :)
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