A toda velocidad y sin miedo a nada me internaba en el tunel más oscuro del mundo. Mi sangre se congelaba entre las venas mientras traspasaba los últimos radares de la carretera 178. El tiempo pasó temblando a mi lado y mis oídos se quedaron sordos por la intensidad del resplandor. Y entonces, lo noté; el tiempo y el espacio desapareciendo y convirtiéndose en una mezcla de calma y silencio. Y más allá del límite; la paz.
Relato corto con el que participo en el Reto: Cinco Líneas del blog de Adella Brac.
¿Autopista hacia el cielo? :)
ResponderEliminarMe gusta la idea pero creo que las prisas te han pasado factura: "mi sangre se congelada entre las venas", ¿traspasaba los radares?, ¿oídos sordos por resplandor?
Sin embargo, la imagen del tiempo que pasa temblando y ese final dónde todo desaparece me gustan mucho ;)
¡Gracias por participar en el reto! :)
Un beso.
Uy!! Se me escapó ese ''congelada'', XD
EliminarCon traspasaba los radares me refería a pasar los radares que se ponen en las carreteras para el control de velocidad con un significado algo diferente y con ''oídos quedaron sordos por la intesidad del resplandor'' he intentado lo que en poesía se llama Sinestesia, pero de una manera algo más peculiar. Quizás no muchos pueden entenderlo o captarlo de la manera en la que quería hacerlo ver.
La próxima vez lo revisaré todo antes de publicarlo y intentaré hacer el reto antes porque últimamente estoy bastante ocupada, :)
Besos, :3
:)
ResponderEliminarNo sé si participaré o no en el sorteo, pero lo pensaré durante esta semana.
Besos.